miércoles, 12 de agosto de 2009

La mort

Je ne suis pas joyeux. Es obvio, ya que alguien murió. Y no fué cualquier lagaña de mico. Bendita sea, fué esa persona que se aguantó que le hiciera huecos a los bultos de azúcar que ella tenía para venderle a los señores de raspados. Tendría yo 4-5 años, y me comía su azúcar jejeje! Pero, ahora, sencillamente no la voy a poder besar, abrazar ni molestar! Ni voy a poder viajar con ella, ya que es la mejor compañera de viaje que uno podría tener! Por algo dicen que las cosas pasan por alguna razón...





"Los quencos, son unos dulces con queso y panela derretida... Dónde los puedo conseguir aquí en Convención?"

Descansa en paz, jamás te olvidaré Tía Chela. Siempre vas a estar en mi corazón.